La fibra de aramida, conocida por su uso en aplicaciones aeroespaciales y militares, garantiza un alto nivel de resistencia al desgarro y a la abrasión, lo que la convierte en un material ideal para una funda protectora de teléfono. Tiene las características de resistente al calor y retardante de llama, ligero, resistente a los arañazos y con una buena sensación en la mano.